El lado artesano de nuestros corazones se manifiesta a través de las labores. Conocer a una encajera es adentrarse en un mundo de artesanía y cariño sin fin. Muchas artesanas y artesanos me preguntáis cómo tengo organizados todos mis materiales para el encaje de bolillos. En este video os enseño algunas de mis cositas. En breve, tendréis una segunda parte con muchos de mis secretos.
El lado artesano: historia y magia.
Artesanía contiene entre sus letras el esfuerzo por realizar un trabajo de manera manual. Dependiendo de la cultura, el contexto histórico de nuestra población e incluso de factores como el clima y el tipo de paisaje determinan esas maravillosas circunstancias para que un tipo de artesanía nazca en ese lugar. En Cremona, Italia, nacieron grandes luthiers como Stradivari, Guarneri y Amati. Junto a su creatividad, genialidad y grandeza, se unió el fácil acceso a maderas de una altísima calidad y plantas, ya extinguidas, para elaborar los fantásticos barnices de sus instrumentos de cuerda. Por ello, los artesanos y los elementos de la naturaleza coincidiendo en un lugar, ofrecen un antes y un después en la historia de la artesanía.
Los mejores violines del mundo tienen maderas de árboles centenarios, elegidos por el propio luthier paseando por el bosque. Los barnices que acarician esas maderas contienen «Sangre de Dragón». Debido a su pigmentación, daba a los barnices de la época un color dorado, con toques anaranjados y rojizos. Tener un violín de Guarneri antes tus ojos y sentir la magia de su elaboración es algo indescriptible. Hace unos años tuve el lujo de sentir esa magia. Te atrapa su historia oculta. Esta misma sensación me ofrecen los encajes de bolillos.
La historia y nuestra cultura nos ofrece cada día mil maneras de recordar la genialidad y maestría de aquellos artesanos. Todos los productos elaborados a mano llegan a las nuestras con años y años de tradición, esfuerzo y cariño. Cuando visitamos un museo con piezas centenarias de encaje nos paramos y empezamos a ver más allá de la vitrina.
Apreciar la magia de las labores nos hará conocer el lado artesano de nuestros corazones.